Naturaleza

Dubrovnik, la ciudad fortalecida construida en una roca, en primer lugar se había desarrollado como el asentamiento de pesca Ragusium. Sus murallas y torres han encantado los visitantes durante siglos, que hubieran llegado por el mar, por la tierra o por el aire. Primero izaremos las velas para visitar LopudElaphiti, al noroeste de Dubrovnik. La isla es conocida por sus manantiales y la vegetación exuberante y diversa. La bahía de Šunj, con sus aguas cristalinas, la arena blanca y su forma de medialuna representa un lugar perfecto para los nadadores. En las inmediaciones está el jardín que aloja las plantas exóticas del todo el mundo. Dado que la isla es habitada desde hace poco tiempo, todavía pueden encontrarse las ruinas intactas de los ancianos asientos.

Temprano por la mañana navegaremos hacia Pomena, el pequeño puerto en la costa oeste de la isla de Mljet, donde, según la leyenda, era la mítica Ogigia del Odiseo. La isla es habitada por un pequeño número de habitantes, quienes trabajan como agricultores, pescadores o viven del turismo. La parte occidental de la isla es el parque nacional. En este área hay dos lagos, Veliko y Malo jezero (El Lago grande y el Lago pequeño). En Veliko jezero se encuentra el islote de Sveta Marija (Santa María), donde en el siglo 12 los monjes benedictinos construyeron un monasterio. En la sombra del bosque de pinos, acompañados de la canción de los grillos y la puesta de sol inolvidable esperaremos la llegada de la tarde.

El barco a velas le lleva ahora hacia Lastovo, una isla rodeada por 46 islotes bendecidos con el mar cristalino, lleno de pescado y langostas. Es una isla con naturaleza espectacular, con el antiguo bosque de pinos y la flora y fauna ricas. Desde hace siglos la isla de Lastovo ha conservado su festividad tradicional Poklad, que celebra la ayuda de San Jorge en la exitosa defensa de la isla contra los conquistadores.

El próximo destino es la pequeña isla de Proizd, enfrente de Vela Luka en la isla de Korčula. Proizd es la perla del archipiélago de Vela Luka, conocida por sus aguas azules, los peñascos blancos y la exuberante vegetación mediterránea. Las playas nudistas ofrecen una combinación de la natura y de la libertad del cuerpo y del alma.

Si decida visitar Vela Luka, tendrá la oportunidad de descubrir una cuidad insular pequeña y muy bonita, cuyos habitantes se ocupan del turismo, de la construcción naval, de la pesca, de la navegación y de la agricultura. Gracias al trabajo duro de sus habitantes, Vela Luka se ha convertido en un asiento donde puede gozar los vinos de gran calidad y el aceite de olivas, ver los logros los más modernos de la construcción naval, escuchar la canción dálmata autóctona, visitar una exhibición de los artistas renombrados y, entre muchas otras cosas, admirar la belleza de la natura, por encima del mar y en el mar.

En continuación de nuestro viaje, izaremos las velas hacia las Islas de Paklinski, el archipiélago compuesto de veinte islas en las aguas alrededor de la isla de Hvar. Además de la natación, los submarinistas pueden descubrir los secretos escondidos bajo las aguas alrededor de las islas.

La ciudad de Hvar está en la costa suroeste de la isla de Hvar y es protegida contra el mar abierto por el archipiélago de las Islas Paklinski. Hvar es muy bien conocida por sus campos florecientes de lavanda. Los monumentos tales como el arsenal, el teatro municipal y el monasterio franciscano dan testimonio de los dirigentes de la ciudad: Venecia, Austria, la Francia de Napoleón, y evocan la historia gloriosa de Hvar. Los escribanos de Hvar eran importantes para la literatura croata renacentista, y su teatro es el más antiguo teatro municipal en Europa. El clima excepcionalmente agradable y a la posición excelente han convertido la isla de Hvar en uno de los destinos los más exclusivos y populares del Adriático.

Con los vientos favorables nuestro barco nos llevará al sur hasta Šćedro, una pequeña isla salpicada de playas tranquilas, donde pueden quedar sin molestar y disfrutar la natación y las rayas de sol. Después el barco nos llevará hasta Korčula, que es, sin duda ninguna, una de las islas las más atractivas del Mediterráneo, no solo gracias a su naturaleza divina y la costa zigzagueante. Al acercarse desde el mar a la ciudad de Korčula, que es el lugar natal presunto de Marco Polo, la vista es espectacular. Además de las muchas atracciones culturales y turísticas, la isla es conocida por su danza con espadas llamada moreška, en la que el Rey negro y el Rey blanco luchan por la Dama.

Trsteno, en el área de Dubrovnik, es sobre todo conocido por su arboreto. La construcción data del siglo 15, cuando fue construida como la residencia de verano de la rica familia Gučetić de Dubrovnik. El arboreto está diviso en dos partes, una con los jardines del periodo gótico y renacentista, y otra más reciente, neorromántica en Drvarica, que data del siglo 19, pero que desgraciadamente fue severamente dañada durante la guerra en 1991.

Temprano por la mañana izaremos las velas para dirigirse hacia el viejo puerto de Dubrovnik. Esta cuidad magnifica, cerrada por las murallas de piedra, fue la república independiente hasta la llegada de Napoleón. Establecida en el siglo 7, esta ciudad florecía durante los siglos 15 y 16 gracias a los logros comerciales, la flota poderosa y la diplomacia exitosa. Con su calle Stradun perfectamente conservada, siete iglesias, la columna de Orlando, la fontana de Onofrio y la más antigua sinagoga en Europa, Dubrovnik es una cuidad única, no sólo en el Mediterráneo, pero en el mundo también. En esta ciudad, Atenas croata, vivieron muchas figuras eminentes: el matemático Ruđer Bošković, el poeta Ivan Gundulić, el dramaturgo Marin Držić y muchos otros. Situada al pie de la colina, la ciudad de Dubrovnik conserva su historia y su patrimonio cultural y aprecia su pasado glorioso. Los habitantes lo comparten con sus numerosos visitantes, que sean los escritores viajeros, los exploradores, los artistas o simplemente los turistas curiosos. Durante todo el año tienen lugar numerosos eventos pero el más notable es, claro, Dubrovačke ljetne igre, el festival estival que llena las calles de música, del baile y del teatro, con la bandera Libertas ondeando por encima de la multitud. De verdad, la libertad siempre ha sido considerada por los habitantes de Dubrovnik como la condición esencial de la existencia y esto puede sentirse aún hoy.